Salud Mental y Salud Dental, una Relación que Vale la Pena Entender

Quiero hablar de un tema que toca el corazón de muchas
familias: la depresión postparto. Si estás pasando por esto o conoces a alguien
que lo está viviendo, quiero que sepas que no estás sola. Las mujeres pueden
sentir muchas emociones luego de dar a luz, y hay muchos factores involucrados
en este fenómeno. No es solamente el cansancio intenso; es también la
confusión, el miedo, las responsabilidades, las hormonas, tu relación de
pareja, el trabajo, todo lo que cambia en estos momentos, que termina
sintiéndose como una nube gris que no se va, y que parece que nadie más
entiende, pues todos esperan que estés solamente feliz. Vamos a desmenuzar esto
de manera simple, con empatía, para que tanto las mamás como sus seres queridos
entiendan qué pasa y sepan cómo ayudar. Lo más importante: esto no es culpa de
nadie. Es algo real, común y tratable.
Imagina que acabas de traer una nueva vida al mundo, pero en
lugar de solo alegría, sientes una tristeza profunda que no se va. La depresión
postparto es un trastorno del estado de ánimo que puede aparecer durante el
embarazo o hasta un año después del parto. No es lo mismo que el "baby
blues", ese bajón temporal con llanto y ansiedad que muchas mamás sienten
en los primeros días. La depresión postparto es más intensa y dura más tiempo,
afectando cómo te sientes, piensas y cuidas de ti y de tu bebé.
Tampoco es tan rara: la depresión postparto afecta a
alrededor de una de cada ocho mujeres que acaban de dar a luz. Y no, no es
debilidad ni falta de amor por tu hijo. Es una condición médica, como cualquier
otra, que merece comprensión y apoyo.
Cada persona es única, pero hay señales comunes. Si eres
mamá, y atraviesas un cuadro de depresión postparto, quizás notes una sensación
de tristeza persistente, ganas de llorar sin motivo claro. Agrégale a esto los
sentimientos de culpa, inutilidad o desesperanza. El cuadro posiblemente se
acompañe de una pérdida de interés en cosas que antes te gustaban. Seguramente
tengas problemas para dormir, incluso cuando el bebé duerme, y también ansiedad
extrema, irritabilidad o cambios en el apetito. Tal vez el signo más difícil de
enfrentar es la dificultad para conectar con tu bebé o pensamientos de hacerte
daño.
Si eres familiar de una mujer que está experimentando
depresión postparto, observa estos cambios sin juzgar. No es
"exagerar" ni "ser dramática", ni tampoco es una falla
moral; no lo hace de mala o porque no valore a su bebé. Lo que ella siente es
un problema médico, una respuesta ante una situación de cambio muy intensa y
compleja sumada a sus rasgos individuales, y necesita atención. Juzgarle no le
va a ayudar, pero si sabes que esto ocurre con frecuencia, tal vez te sea más
fácil desarrollar una respuesta de empatía y apoyo que le facilite recuperarse.
Es indispensable que entiendas, si es que estás atravesando
una depresión postparto, que no es por algo que hiciste mal, sino que surge por
una mezcla de factores. Los cambios hormonales después del parto son enormes,
como una montaña rusa en tu cuerpo. Añade el cansancio por falta de sueño, el
estrés de cuidar a un recién nacido, y quizás un historial de depresión o falta
de apoyo. A veces, complicaciones en el parto o problemas de tiroides juegan un
rol, y puede haber otros factores específicos en tu caso, pero definitivamente
no es tu culpa. No significa que no seas una buena madre. Es biológico y
psicológico, y pasa en todo el mundo. Al entender esto, podemos soltar la culpa
y enfocarnos en sanar.
Lo bueno es que hay formas concretas de manejar la depresión
postparto. Empecemos por las mamás:
El primer paso consiste en buscar ayuda profesional pronto. Habla
con tu doctor o un terapeuta. La terapia conversacional (psicoterapia) es
clave, y a veces se combina con medicamentos seguros para la lactancia. No
esperes; cuanto antes, mejor. No hace falta sufrir esto como si se tratase de
un castigo.
Por otro lado, cuídate a ti misma. Descansa cuando puedas y
pide ayuda con el bebé y con las tareas diarias como limpieza o cocina. Come
bien, toma mucha agua, haz caminatas cortas al aire libre y practica
respiraciones profundas para calmar la ansiedad. 5 minutos diarios junto a árboles
puede ser muy beneficioso en este momento.
Es común que cometamos el error de aislarnos. Sentimos vergüenza,
culpa, enojo y otros síntomas comunes de la depresión. Así que más que nunca,
es importante que conectes con otros. Familia, amigos, e incluso grupos de
apoyo para mamás con depresión postparto. Compartir historias ayuda a sentirte
menos sola, y también a derribar el estigma que existe sobre este tipo de
trastornos. Es mucho más común de lo que te imaginas, así que no hace falta
superarlo sola.
Para las familias (parejas, padres, amigos), es importante
saber que su rol es vital, pero con empatía, no con juicios como
"anímate" o "deberías estar feliz".
Si tienes a alguien cercano que está sufriendo depresión postparto, escucha sin interrumpir, deja que exprese sus sentimientos. Di cosas como: "Entiendo que es duro, estoy aquí para ti". Eso es todo lo que necesita. Considera además ofrecer ayuda práctica como cuidar al bebé, cocinar o limpiar. Lavar ropa es una tarea titánica con recién nacidos y depresión, así que puedes apoyar de muchas maneras. Pequeños actos muestran que no está sola y pueden aportar alivio.
También es importante, para los familiares, que lean juntos sobre
depresión postparto. Mientras más te informes, más sencillo te resultará
comprender este cuadro y apoyar de manera efectiva. Evita frases críticas; en
su lugar, anima a buscar ayuda profesional sin presión.
Y por supuesto, cuida tu propio bienestar. Apoyar a alguien
con depresión postparto puede ser agotador, así que busca apoyo para ti también,
para gestionar tu dificultad de comprensión, tu dolor y tu frustración. A la
final, estos surgen por el amor que sientes por esta madre y su bebé, así que
canalicemos ese afecto para aportar en su mejoría.
La depresión postparto es temporal y, con el apoyo adecuado,
se supera. Mamá, eres fuerte y mereces sentirte bien. Familia, su comprensión
es el mejor regalo. Como psicóloga, atiendo de manera presencial en Cumbayá, y
de manera virtual también, y puedo ayudarte si necesitas hablar y gestionar tu
salud mental. Si sientes que no hay salida, busca ayuda inmediata con un médico
psiquiatra. Mientras más rápido trates esta situación, más pronto podrás
disfrutar de esta etapa de tu vida.
Imagen de Marjon Besteman en Pixabay